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Mostrando entradas de diciembre, 2024

Raíces fuertes y profundas

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  1.- Lee la palabra de Dios “Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.”  Marcos 4:5-6 “Y el que fue sembrado en pedregales, este es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.”   Mateo 13:20-21 2.- Reflexiona ¿Hemos escuchado o leído en las sagradas Escrituras las diferentes aflicciones, tribulaciones o persecuciones a las que estuvieron sometidos distintos hombres de Dios? Por ejemplo, Esteban, quien fue apedreado hasta la muerte por algunos judíos que se enojaron cuando él les mencionó su dureza de corazón al no querer oír y entender la Palabra de Dios ( Hechos 7:51-60 ). O también el apóstol Pablo, a quien quisieron matar apedreado luego de no permitir que, por causa de un milagro h...

Una buena tierra

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  1.- Lee la palabra de Dios “Mas la que cayó en buena tierra, estos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.”  Lucas 8:15 “Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.”  Mateo 13:23 2.- Reflexiona Por los diversos medios de comunicación y los beneficios de la tecnología, hoy en día llega a nosotros abundante palabra de Dios, son versículos en imágenes, distintas reflexiones en video, texto y audio, y hasta pequeñas oraciones en stickers, realmente es una alta propagación de la palabra de Dios; sin embargo, también está sucediendo que en la mayoría de los casos, esta Palabra se está convirtiendo en un mensaje temporal o uno que simplemente queda en el celular, puesto que no se evidencia el fruto que debería llevar. Pero lo cierto es que, si una Palabra de parte de Dios llega a nuestra vida, no es precisamente para que ...

Sirviendo a las mesas

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  1.- Lee la palabra de Dios “Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.”  Hechos 6:2-3 2.- Reflexiona Servir a las mesas, que hoy en día lo podemos comparar con actividades sencillas de logística virtual o presencial en nuestra congregación, son quizás funciones que no llegamos a imaginar que pueden impactar o transformar nuestra vida, como por ejemplo lo vemos en el caso del discípulo Esteban. La Palabra de Dios dice que los apóstoles en la necesidad de buscar quién les ayudara con este servicio, por cuanto la cantidad de creyentes crecía cada día más, y no era justo que ellos dejaran la predicación de la Palabra, ordenaron buscar de entre los discípulos a siete varones para que se encargaran de esto, y entre ell...

Siervos por el poder del Espíritu Santo, parte 2

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  1.- Lee la palabra de Dios “Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón. Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer.”  Éxodo 4:13-15 “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”  Juan 14:26 2.- Reflexiona El devocional de ayer nos mostraba que Dios había elegido a Moisés para cumplir con una misión a pesar de que él tenía algunas dificultades en su habla, pero es Dios diciéndole “Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.”   Éxodo 4:12 . Ahora bien, vemos en el pasaje bíblico de hoy que es Dios escogiendo a Aarón para que fuera ...

Siervos por el poder del Espíritu Santo, parte 1

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  1.- Lee la palabra de Dios “Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.”   Éxodo 4:10-12 “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.”  Efesios 3:20-21 2.- Reflexiona Nos preocupa muy a menudo, las palabras o la enseñanza que vayamos a pronunciar cuando de hablar del Señor o compartir de su Palabra se trata, y es que todos sus hijos hemos sido llamados de manera general a hacer discípulos en todo el mundo, y se suma a esto algunas ac...

Ve, porque yo estaré contigo

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  1.- Lee la palabra de Dios “Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; ”   Éxodo 3:10-12a 2.- Reflexiona Moisés, hombre de muchas debilidades e inseguridades, es la persona que Dios llamó y escogió para que sacara a su pueblo de la esclavitud de Egipto hacia la tierra que el Señor les daba como heredad. Y es por esto que vemos que la respuesta de este hombre cuando escucha al Señor es preguntarle “¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?” “¿Quién soy yo?” ¿Cuántos de nosotros, al igual que Moisés, nos hemos hecho esa pregunta en algún momento de nuestro caminar con Dios? Sin duda por lo menos una vez. Y es que esta puede surgir por varios motivos, entre ellos y el más común es el temor; temor ante nuestras debilidades...