“Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”
El Mesías prometido vino a este mundo y nació de una virgen en un pesebre, el Salvador de la humanidad tuvo que llegar a ese lugar, pues al sus padres buscar posada no la encontraron, como lo relata Lucas 2:7“Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.”
Aquel pesebre, lugar de las posadas donde colocaban los animales de los viajeros para alimentarlos, fue el escogido por Dios, para que su Hijo naciera, ese sitio, tal vez sucio, oscuro, sin valor, fue en el que María tomó por primera vez en sus brazos al Redentor para envolverlo en pañales. El pesebre es una representación del corazón humano que nos lleva a reflexionar de cómo el Gran Dios sigue buscando nacer en los corazones, a pesar de que se encuentren en condiciones que no son dignas para que el Rey de reyes venga a vivir, y que precisamente nos deja ver el inmenso amor que Él nos tiene, pues quiere limpiarnos, darnos luz, y llenarnos de valor.
Lucas 2:10-11 dice que un ángel fue el que anunció a los pastores aquella buena noticia del nacimiento del Salvador; hoy somos nosotros los creyentes, quienes tenemos el enorme privilegio de seguir anunciando las buenas nuevas de salvación. Recordemos que es por la locura de la predicación que a Dios le ha placido convencer los corazones para que dejen entrar a su amado Hijo. (1 Corintios 1:21). Cada vez que compartamos el evangelio estemos seguros de que Cristo al igual que vino a aquel pesebre, estará dispuesto a entrar también al corazón- pesebre de todo aquel que por fe lo quiera recibir, entonces los cielos volverán a decir: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
3.- Oración
Padre Dios, gracias porque un día tu amado Hijo vino a posar en mi corazón, gracias por escoger una vez más un pesebre para nacer, porque no te importó que no hubiera grandes cosas de valor en mí, o que mi corazón pudiera estar sucio como una pesebrera, gracias porque ahí sigo viendo tu gran amor por mí, te amo mi Señor, amén.
1.- Lee la palabra de Dios “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.” 1 Corintios 15:10 2.- Reflexiona El pasaje anterior lo usó Pablo, un hombre que por causa del evangelio sufrió persecución, pero que Dios le reveló la plenitud que se encuentra en la gracia de Dios. A pesar de ser un gran intelectual, un maestro de la ley, incluso una persona moralmente muy íntegra, todo esto no le servía para nada sin Cristo: “circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo” ( Filipenses 3:5-7 ). Sin bien no hemos sufrido lo que Pablo sufrió, si tenemos para nosotros la misma gracia superabundante que obró e...
1.- Lee la palabra de Dios “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” Hebreos 13:8 2.- Reflexiona ¿Alguna vez nos han defraudado y traicionado? Creo que muchas veces, pues los humanos somos poco confiables. Difícilmente mantenemos nuestra palabra y cumplimos nuestras promesas y defraudamos a otras personas que confían en nosotros. Experimentar la pérdida de la confianza es algo doloroso en nuestras relaciones interpersonales, pues esto afecta todo nuestro ser. Nos volvemos recelosos y en el futuro nos es difícil volver a confiar. Cuando se trata de nuestra relación con Dios, a veces proyectamos nuestras experiencias pasadas con personas imperfectas y nos cuesta confiar en Él, que es perfecto. Nos es difícil confiar en Dios porque nuestros padres u otra figura de autoridad nos lastimaron, o pensamos que no ha respondido a nuestro clamor cuando más lo necesitamos. Aunque el dolor de esas experiencias son reales, nunca debe cambiar lo que Dios es. Su Palabra nos enseña p...
1.- Lee la palabra de Dios “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Filipenses 3:13-14 2.- Reflexiona Anhelamos ser llamados a misiones especiales, a trabajos retadores o experiencias extraordinarias, pero el llamamiento supremo no tiene que ver con logros materiales, ni profesionales, sino que es el llamado de Dios en Cristo . ¿Qué significa la expresión “en Cristo” ? o ¿qué significa que Dios me ha llamado en Cristo Jesús? Semánticamente la preposición “en” en este contexto denota o significa posición, esta posición se explica en Gálatas 3:26-28 : “pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo , de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos voso...
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