“Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.”
“Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas!”
El pueblo escogido por Dios, a quienes fueron hechas las promesas, esperaban al mesías, a ellos les fue dicho por medio del profeta Zacarías que se alegraran y dieran voces de júbilo por su salvador. Por mucho tiempo esperaron al mesías prometido, y cuando llegó, cumpliéndose la profecía, se regocijaron, tal y como se describe en Marcos 11:9-10dando voces de júbilo y diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas!”. Muchos se maravillaban y estaban alegres por todos los milagros que habían visto hacer a Jesús, pero otros tantos no entendían en realidad lo que pasaba, pues más adelante terminarían en medio de la multitud pidiendo la crucifixión del Hijo de Dios. (Marcos 15:6-15).
Las personas hoy en día aguardan con gran emoción y expectativa la navidad, aunque algunas no tanto, pues este tiempo se les ha convertido tan solo en una tradición, o simplemente les pasa desapercibido, pues no les interesa, o ni siquiera entienden lo que se celebra. La emotividad de estas fechas en ocasiones solo proviene de los regalos, la comida y las reuniones sociales y al igual que el entusiasmo y la alegría de algunos judíos de la época de Jesús puede ser pasajera; pero, para nosotros los cristianos, la temporada de navidad debe tener un significado más profundo, pues se conmemora el nacimiento de Jesucristo, nuestro salvador, (a pesar de que la fecha de su nacimiento no haya sido en diciembre); hoy, cada uno de nosotros los creyentes debemos alegrarnos y dar voces de júbilo, pero también debemos recordar que muchos siguen necesitando del Salvador, así que aprovechemos estas festividades para compartir el mensaje poderoso del evangelio, anunciando que el Mesías prometido quiere entrar a vivir en el corazón de todo aquel que por fe lo quiera recibir.
3.- Oración
Padre Dios, gracias porque el Mesías prometido es mi Salvador, ayúdame a compartir en el poder de tu Santo Espíritu, tu evangelio, las buenas nuevas de salvación, para que muchos puedan conocer al verdadero Mesías, a Jesús, el Hijo de Dios, amén.
1.- Lee la palabra de Dios “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” Hebreos 13:8 2.- Reflexiona ¿Alguna vez nos han defraudado y traicionado? Creo que muchas veces, pues los humanos somos poco confiables. Difícilmente mantenemos nuestra palabra y cumplimos nuestras promesas y defraudamos a otras personas que confían en nosotros. Experimentar la pérdida de la confianza es algo doloroso en nuestras relaciones interpersonales, pues esto afecta todo nuestro ser. Nos volvemos recelosos y en el futuro nos es difícil volver a confiar. Cuando se trata de nuestra relación con Dios, a veces proyectamos nuestras experiencias pasadas con personas imperfectas y nos cuesta confiar en Él, que es perfecto. Nos es difícil confiar en Dios porque nuestros padres u otra figura de autoridad nos lastimaron, o pensamos que no ha respondido a nuestro clamor cuando más lo necesitamos. Aunque el dolor de esas experiencias son reales, nunca debe cambiar lo que Dios es. Su Palabra nos enseña p...
1.- Lee la palabra de Dios “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.” 1 Corintios 15:10 2.- Reflexiona El pasaje anterior lo usó Pablo, un hombre que por causa del evangelio sufrió persecución, pero que Dios le reveló la plenitud que se encuentra en la gracia de Dios. A pesar de ser un gran intelectual, un maestro de la ley, incluso una persona moralmente muy íntegra, todo esto no le servía para nada sin Cristo: “circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo” ( Filipenses 3:5-7 ). Sin bien no hemos sufrido lo que Pablo sufrió, si tenemos para nosotros la misma gracia superabundante que obró e...
1.- Lee la palabra de Dios “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Filipenses 3:13-14 2.- Reflexiona Anhelamos ser llamados a misiones especiales, a trabajos retadores o experiencias extraordinarias, pero el llamamiento supremo no tiene que ver con logros materiales, ni profesionales, sino que es el llamado de Dios en Cristo . ¿Qué significa la expresión “en Cristo” ? o ¿qué significa que Dios me ha llamado en Cristo Jesús? Semánticamente la preposición “en” en este contexto denota o significa posición, esta posición se explica en Gálatas 3:26-28 : “pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo , de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos voso...
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