Conocer el amor de Cristo me lleva a conocer mi herencia

 





1.- Lee la palabra de Dios

“Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa. Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?”

 2 Samuel 9:7-8


“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios”

 Apocalipsis 19:7-9


“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”

 Romanos 8:15-17


2.- Reflexiona

Mefi-boset era nieto del rey Saúl, y fue el único sobreviviente de la casa del rey después de que los filisteos los derrotaran, la crónica de los hechos ocurridos con esta persona nos permite ver que cuando pasaron estas cosas Mefi-boset era un niño de 5 años, y que lastimosamente se le cayó a su nodriza cuando estaban escapando a Lodebar (lugar sin pastos, que no produce fruto), quedando cojo de sus pies, ahí vivió y creció como lisiado (2 Samuel 4:4), con un autoestima tan baja que se sentía como un perro muerto. Durante su juventud el rey David hizo una promesa a Jonatán, padre de Mefi-boset, por eso un día mandó a llamarlo, y le dijo lo expresado en 2 Samuel 9:7.


En esta historia nos podemos ver reflejados nosotros, pues los seres humanos somos aquellos lisiados espirituales ya que, por causa del pecado de Adán y Eva, nacimos así, con una incapacidad espiritual, pues habiendo sido diseñados con espíritu, alma y cuerpo, también quedamos cojos, al vivir solamente con el alma y con el cuerpo.

Pero al igual que Mefi-boset también fuimos buscados, pero esta vez por el Rey de reyes, Jesucristo, quien también hizo un pacto, pero mucho más grande y valioso que el de David y Jonatán, un nuevo pacto, basado en su amor, firmado por su sangre y ratificado en su sacrificio en la cruz, y que consiste en que todo aquel que responda a su llamado, depositando su fe en Él, será perdonado, salvado y tendrá una nueva vida, que es espiritual, permitiéndole sentarse a la mesa celestial, ya no como lisiado, sino como hijo de Dios, recibiendo esta vez no tierras, como se le dieron a Mefi-boset, sino la herencia de Dios junto con los santificados, la misma herencia que Jesucristo recibió y nos fue otorgada haciéndonos coherederos. (Apocalipsis 19:7-9Romanos 8:15-17).

3.- Oración

Padre Dios gracias por adoptarme, llevarme a tu mesa y hacerme heredero con Cristo, amén.



4.- Alaba a Dios


5.- Reenvía y comparte

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