Negligencia espiritual
“También el que es negligente en su trabajo es hermano del hombre disipador.”,
“a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;”,
Si realizamos nuestro trabajo con negligencia, pereza o con poco entusiasmo, seremos reprendidos o despedidos en casos más drásticos. La Palabra de Dios nos dice que la negligencia disipa, es decir causa pérdidas, que es como si estuviéramos perdiendo tiempo y por tanto también dinero.
Si ser negligente en las cosas materiales trae consecuencias de pobreza y escasez (Proverbios 19:15), cuanto más terribles son las consecuencias de ser negligente en las cosas espirituales, puesto que traen efectos eternos. Mucha mayor pérdida y dolor trae el no obedecer a Dios y seguir sus principios.
Somos negligentes espirituales cuando no estudiamos la Palabra de Dios, pues con ella nos capacitamos y preparamos para toda buena obra. (2 Timoteo 3:16-17)
Mi Señor, quiero iniciar a ser diligente en aprender de ti y conocer tu Palabra, guíame a una iglesia local donde me enseñen tu Palabra, y donde puedan instruirme en el conocimiento de aquel que me sacó de la oscuridad a la luz verdadera de Jesús. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario