«Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Como discípulos de Cristo, conocedores y hacedores de su Palabra, se nos ha encargado una gran misión: hacer discípulos para el Señor en todas las naciones; esta tarea se trata de enseñarle a las personas la Palabra de Dios con el propósito de que conozcan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; este conocimiento debe ser espiritual más que intelectual, pues los debe llevar a ser imitadores de Dios, a ser santos como Dios es santo y a reflejar a Cristo en sus vidas por medio del Espíritu Santo que mora en cada creyente.
Ahora bien, este tipo de discípulos que nosotros estamos llamados a hacer, primero se debe evidenciar en nosotros, porque para ‘hacer’ primero se tiene que ‘ser’. Para nosotros poder enseñar la palabra de Dios, primero debemos estudiarla y para impartir una enseñanza real y con autoridad, lo ideal es que primero la hayamos vivido; en la carta a los Hechos de los Apóstoles podemos notar cómo el escritor dice que había escrito las cosas que Jesús había comenzado a ‘hacer’ y a ‘enseñar’ (Hechos 1:1), y en Marcos 1:22 podemos leer lo siguiente “Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”. Quiere decir, que las personas que escuchaban las enseñanzas de Jesús, notaban que lo que Él enseñaba lo practicaba y no era como los escribas que sus actos eran contrarios a sus dichos.
Así las cosas, la clave para nosotros poder ser verdaderos discípulos de Cristo y hacer discípulos como Él lo hacía, está en conocer, aceptar y declarar la siguiente verdad en nosotros: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí» (Gálatas 2:20). Es decir, conocer, aceptar y vivir, que nuestro viejo hombre con tendencia al pecado murió con Cristo y ahora hay uno nuevo que vive para la gloria de Dios como Cristo; esto solo es posible si le cedemos el control de nuestra vida al Espíritu Santo permitiendo que sea Jesús a través de su Espíritu el que viva y se refleje en nosotros.
¿Y tú, ya eres discípulo de Cristo, y mejor aún ya haces discípulos para Cristo?
Padre Celestial, que el Espíritu de tu Hijo que mora en mí y el cual me permite llamarte Padre, sea el que haga morir en mí las obras que no vienen de ti, para que pueda vivir bajo tu dirección y propósito; te pido la gracia para reflejar a Cristo en mi vida y para enseñar tu Palabra con toda diligencia y autoridad, en el nombre de Jesucristo tu Hijo, amén.
1.- Lee la palabra de Dios “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Hebreos 12:2 “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” Mateo 11:29 “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.” Isaías 53:7 2.- Reflexiona Jesús nos deja ver su fe, su mansedumbre y su templanza en todo lo que decía y hacía, cada palabra y cada acto suyo revelaban su creencia a Dios, su sumisión al Padre, su buena disposición para obedecerlo y su dominio propio para actuar en consecuencia. Ahora a nosotros los creyentes por medio de la comunión del Espíritu Santo se nos impulsa a tener fe, pues esta es una de las características que trae el fruto del Espíritu, y se ...
1.- Lee la palabra de Dios “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” Hebreos 13:8 2.- Reflexiona ¿Alguna vez nos han defraudado y traicionado? Creo que muchas veces, pues los humanos somos poco confiables. Difícilmente mantenemos nuestra palabra y cumplimos nuestras promesas y defraudamos a otras personas que confían en nosotros. Experimentar la pérdida de la confianza es algo doloroso en nuestras relaciones interpersonales, pues esto afecta todo nuestro ser. Nos volvemos recelosos y en el futuro nos es difícil volver a confiar. Cuando se trata de nuestra relación con Dios, a veces proyectamos nuestras experiencias pasadas con personas imperfectas y nos cuesta confiar en Él, que es perfecto. Nos es difícil confiar en Dios porque nuestros padres u otra figura de autoridad nos lastimaron, o pensamos que no ha respondido a nuestro clamor cuando más lo necesitamos. Aunque el dolor de esas experiencias son reales, nunca debe cambiar lo que Dios es. Su Palabra nos enseña p...
1.- Lee la palabra de Dios “Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; porque nuestras viñas están en cierne.” Cantares 2:15 2.- Reflexiona Los llamados de atención y los memorandos en las empresas sirven para informar y solicitar a los trabajadores las correcciones que deben hacer por las faltas que han cometido, aparte de tener un soporte que deja registrada oficialmente las infracciones del trabajador. En la vida espiritual, los seres humanos tenemos un acta que siempre juega en contra nuestra, no solo es un memorando o un llamado de atención, es una evidencia de nuestro pecado al infringir la ley de Dios, pero gracias a Jesucristo, para nosotros los creyentes, esta acta fue quitada del medio y clavada en la cruz, y al realizarse el pago de lo que ella demandaba, por medio de la muerte de Cristo, fuimos librados de la separación de Dios (muerte espiritual), la esclavitud del pecado y la esclavitud de satanás. Ahora bien, como cristianos, ya podemos...
Comentarios
Publicar un comentario