Experimenta la presencia de Jesús Vivo
“No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día”
“Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron, así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron. Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían”
¿Cómo podemos encontrarnos con Jesús hoy? La resurrección no solo fue un hecho histórico, sino un encuentro para muchas personas con el Cristo resucitado. Hoy también podemos experimentar su presencia, para eso necesitamos entender que su resurrección cambió el mundo para siempre. Un mundo en oscuridad por el pecado encontró la luz; un mundo en muerte halló la vida; un mundo seducido por el enemigo encontró la libertad; porque Cristo venció la muerte, el pecado y las tinieblas, levantándose victorioso de su tumba.
La segunda manera, es por medio de las Escrituras: “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían”. ¿Alguna vez has sentido que tu corazón arde cuando estás leyendo o escuchando su Palabra?, eso es lo que debería suceder cada vez que se nos revela a Jesús a través de la Biblia. En Lucas 24:32, fue revelado a sus dos discípulos: “Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?”
Cada vez que estamos reunidos Jesús se hace presente en medio de su iglesia; Él lo prometió y lo cumple. Recordemos Mateo 18:20 “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Si queremos experimentar la presencia del Cristo Vivo en nuestras vidas, asegurémonos en primer lugar de congregarnos para compartir unos con otros y en segundo lugar escuchemos con profundo anhelo su Palabra, para que arda nuestro corazón cada vez que Cristo es revelado a través de ella.
Padre amado, gracias porque Jesús está vivo, has que mi corazón arda cuando estudio tu Palabra y también al congregarme con mis hermanos en la fe para experimentar tu presencia por medio de tu Santo Espíritu. Quiero verte más, no solo en mi vida personal sino también en mi iglesia. Amén.
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