“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.”
Al hombre haber sido creado a la imagen de Dios, tenía la capacidad de amar y ser amado; primeramente, podía relacionarse con su creador y experimentar todo su amor por medio de la comunión en el espíritu, y también podía expresarle su amor, pues todos sus actos estaban basados en la obediencia, en esa maravillosa conexión; el hombre, de igual forma conseguía relacionarse con sus semejantes, en un vínculo perfecto de amor. Lastimosamente, por causa del pecado del hombre, ese vínculo perfecto se dañó, rompiéndose la relación con Dios y la relación con el prójimo.
Si bien esa imagen con la que fuimos creados no se borró totalmente, el hombre quedó con una incapacidad para amar correctamente y, aunque ciertos actos nos dejan vislumbrar esa fuerza y cualidad del amor, en realidad Dios mismo tuvo que intervenir para rescatar el amor para que el hombre pudiera volver a gozar de una relación de amor íntima con Él, que permitiría como resultado un amor correcto entre los hombres.
Es por eso que la palabra de Dios nos aclara que el amor consiste en que Dios nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados; este acto de amor nos rescató, pues al depositar nuestra fe en Jesús, literalmente nos salvó de la muerte espiritual y nos liberó de la esclavitud del pecado, pero también nos dio vida eterna, perdón de pecados y derramó su amor en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado, así que ahora podemos nuevamente amar a Dios y al prójimo como Él nos lo pide.
Es momento, en medio de estas celebraciones, de agradecer a Dios por su gran amor y de amarnos unos a otros como Cristo nos ha amado; si esto hacemos, estemos seguros de que Dios permanecerá en nosotros y su amor se perfeccionará en nuestras vidas.
3.- Oración
Señor Jesús, gracias por amarnos, gracias por ese amor que has derramado en nuestros corazones, pues ahora podemos amarte a ti y a nuestros semejantes con este mismo amor, amén.
1.- Lee la palabra de Dios “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” Juan 3:16-17 2.- Reflexiona ¿Cuántos de nosotros en nuestra juventud recibimos cartas de amor? En ellas nos expresaron las más bellas palabras de amor, la gran admiración que sentían por nosotros, incluso quedaron plasmadas un par de promesas. Cada vez que las leíamos suspirábamos pues no podíamos creer todo lo que estaba escrito. Hoy escuché una canción titulada de esta manera: “Carta de amor” , en ella el artista habla, no sobre un amor de juventud, sino que narra una declaración de amor que nuestro Amado Jesús ha hecho a la humanidad, aquella carta no está escrita en un papel, ni con tinta que pudiera borrarse, sino en una cruz y con su preciosa sangre, en esa cruz se expresan más que palabras o promesa
1.- Lee la palabra de Dios Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Lucas 6:27-36 2.- Reflexiona En griego la palabra calumnia es “diabolos” , la misma que se utiliza para el diablo, que es el “acusador” . Y observemos como hoy en día, es una tendencia muy común levantar falso testimonio. Cuando nos hablan de otra persona, que de por si el hecho ya es sospechoso, ¿nuestra reacción es creer lo que se dice inmediatamente? ¿o tomar una actitud de sospecha? Es el engaño más viejo del Diablo, hablar malas cosas de alguien. Cuando Adán y Eva fueron engañados en el paraíso, el primer ataque de Satanás fue calumniar al mismo Dios, para romper la confianza de ellos y su comunión con Dios ( Génesis 3:4-5 ). El diablo sabía que, si podía insertarles una semilla de duda, esta germinaría en el corazón del hombre, logrando separación o distancia y luego ellos pecarían atacan
1.- Lee la palabra de Dios “Entonces María dijo: engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva; pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre, y su misericordia es de generación en generación a los que le temen.” Lucas 1:46-50 2.- Reflexiona El verdadero gozo de la Navidad está en Jesús, pues solamente en Él podemos encontrar el verdadero Amor, ese amor que produce un gozo que es espiritual y que viene de una relación de intimidad con Dios por medio de la fe. ( Gálatas 5:22-23 ). En María, aquella joven virgen que tuvo el privilegio de llevar en su vientre al Salvador de la humanidad, podemos ver el Gozo del Amor, ella nos da ejemplo y nos muestra la manera de poder experimentar de forma real el gozo que es producido gracias a tener al verdadero Amor en su vida. María puede exaltar en su alma al Señor y regocijarse en su e
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