Somos la luz del mundo

 




1.- Lee la palabra de Dios

“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”

 Mateo 5:14-16



2.- Reflexiona

Regularmente como creyentes, cuestionamos el hecho de tener que compartir tiempo o alguna actividad con personas que no comparten nuestra fe o que no son cristianos, pues no nos sentimos cómodos o no es de nuestro agrado estar en un ambiente diferente al que tenemos cuando estamos entre creyentes. Pues si bien estamos llamados a tener compañerismo entre cristianos, para edificarnos mutuamente y estimularnos al amor y a las buenas obras (Hebreos 10:24), esto no quiere decir que no debamos compartir o relacionarnos con los que todavía no son cristianos.


Ejemplo tenemos de Jesús que durante su vida y ministerio se relacionaba con lo más despreciado por los escribas y fariseos, quienes eran los religiosos de ese tiempo. Si observamos la historia de Jesús y Zaqueo, podemos darnos cuenta cómo es el Señor quien toma la iniciativa y le dice a este hombre que le era necesario quedarse en su casa. Una vez estuvo ahí, Zaqueo, pecador como cualquier otro, fue salvado y perdonado (Lucas 19:5-10).


Así que, preguntémonos, ¿de qué grupo somos?, ¿seremos de aquellos que como los religiosos del tiempo estamos para señalar y rechazar a los demás? O ¿estamos siendo verdaderos discípulos de Jesús, al ir intencionalmente y compartir con aquel que se encuentra perdido en su pecado?
Iglesia, somos la luz del mundo, no nos es debido escondernos de aquel que está en oscuridad, por el contrario, estamos llamados a que nuestra disposición e integridad, para la gloria de Dios, alumbre la vida de los demás.


3.- Oración

Padre, que toda actitud de rechazo e indiferencia con aquel que todavía no te reconoce, sea cambiada por una correcta disposición, para que con toda humildad y amor pueda reflejar tu misericordia y bondad, por Jesucristo nuestro Señor, amén.



4.- Alaba a Dios



5.- Comparte






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