Bendición y privilegio de la resurrección

 



1.- Lee la palabra de Dios

“Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.” 

Lucas 24:45-49


2.- Reflexiona

La Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, sin duda es un acontecimiento de gran victoria y gozo para la comunidad creyente, pues significa que el sacrificio realizado por el Señor sí fue agradable y aceptado delante de Dios, lo que nos permite entre otras cosas, tomar de manera personal con toda seguridad y confianza la palabra declarada en Salmos 32:1-2 que dice “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño.” Bienaventurados somos hoy y todos los días de nuestra vida, los que creemos en Jesús como nuestro Señor y Salvador.

Ahora bien, junto con esta nueva libertad del pecado, la culpa, la condena y todo lo que nos mantenía atemorizados y esclavizados, ha llegado un nuevo propósito y sentido a nuestra vida, pues es el Señor por medio de su Palabra hablándonos hoy las palabras mencionadas después de su resurrección, que básicamente nos confirman que nuestro entendimiento ha sido abierto y hemos sido investidos de poder por medio del Espíritu Santo (Juan 14:2616:12-15Hechos 1:8), lo que nos concede el enorme privilegio y bendición de compartir las buenas noticias de salvación a todo aquel que hoy todavía esté en oscuridad, derrota y condenación.


Hermanos, somos testigos del gran poder transformador que tiene el sublime amor de Dios manifestado en la obra de salvación, y somos conscientes de que es todo lo que necesitan nuestros semejantes para que sus vidas sean cambiadas, prosperadas y bendecidas; de manera que, vivamos cada día en el amor, poder y dirección del Espíritu Santo para que continuamente su fruto en nosotros podamos ver reflejado y compartiendo el mensaje de amor y salvación, el corazón de otros sea llenado.

3.- Oración

Padre Celestial, en este día te queremos alabar por hacernos partícipes del gran gozo y privilegio que nos proporciona la resurrección de nuestro Señor y Salvador; gracias por levantarlo de la tumba y exaltarlo hasta lo más alto; hoy te pedimos que avives el fuego de tu Espíritu Santo en nosotros para que cada día por tu amor, poder y dirección seamos transformados y usados para bendecir la vida de otros, por la gracia de Jesucristo, amén.



4.- Alaba a Dios


5.- Reenvía y comparte

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