En su presencia hay plenitud de gozo
Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones”
“Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre”
El salmo cien es una gran doxología o lenguaje que indica una oración de alabanza a Dios y es el final glorioso de un grupo de salmos, con los que se quiere resaltar la manera correcta de entrar en la presencia de Dios; la experiencia gozosa y el deleite de estar con Él.
Nos dice claramente “cantad alegres”, “servid con alegría”, “venid ante su presencia con regocijo”, enfatizando que Dios no quiere que nos acerquemos con un semblante serio o totalmente agobiados por las cargas, sino que lo hagamos con gozo para alabarle y adorarle a Él.
Recordemos Éxodo 15:2 “Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré”. La única justificación para entrar a su presencia con un semblante triste es cuando hemos pecado y nos acercamos en arrepentimiento a pedir perdón, con un corazón contrito y humilde, pero esto no es adoración.
Este Salmo nos da también tres razones para alabarle y adorarle: “Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones”. El Señor nos ha dado toda clase de bendiciones, su compasión no se ha agotado, su misericordia es eterna y su verdad permanece para siempre; busquemos intencionalmente adorarle y alabarle como a Él le agrada.
Señor mi Dios, solo tú eres digno de alabanza. Quiero adorarte con todo mi corazón; lléname de alegría y gozo en el Espíritu, para alabarte y reconocerte como mi creador. Que mi boca se llene de acción de gracias por tu infinita bondad, fidelidad y misericordia. Haz que encuentre cada día en tu presencia mi deleite y plenitud. En el nombre de Jesús, amén.
Comentarios
Publicar un comentario