El amor del Padre
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.”
Una de las más impactantes enseñanzas que nos reveló el Señor Jesús, es que tenemos a Dios como Padre cuando creemos en el Hijo (Juan 1:12, Gálatas 3:26). Y entendemos el amor de Dios, revelado por Jesús, como el de un Padre protector, proveedor y amoroso.
Un Padre protector, porque nos guarda de practicar el pecado y del maligno: “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.” (1 Juan 5:18).
Un Padre proveedor porque no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Romanos 8:32), esta fue la provisión más grande y generosa de todas, proveyó nuestra salvación y también nos provee para nuestras necesidades diarias. (Mateo 7:11)
Y también es un Padre amoroso, porque nos corrige, nos disciplina con amor para nuestro bien y crecimiento: “Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?” (Hebreos 12:6-7).
Padre, que al conocer tu amor y la manera tan preciosa y perfecta en que lo manifiestas, me lleve a disfrutarlo con toda alegría y libertad. Gracias por revelarte a mí como mi Padre Celestial; gracias por Jesucristo, tu amado Hijo, amén.
Comentarios
Publicar un comentario