“Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.”
Como padres muchas veces nos afanamos y esforzamos por trabajar para brindarle a nuestros hijos un buen bienestar, estamos al pendiente de sus estudios, sus alimentos, su vestido, su recreación y todo lo que vemos que aporta a ellos para un feliz y sano crecimiento. Adicional a esto, también nuestra intención es poder dejarles una herencia material, pues queremos que cuando no podamos estar para brindarles nuestro apoyo ante cualquier situación difícil, ellos puedan contar con un recurso adicional.
Sin embargo, fácilmente olvidamos que todo tesoro terrenal o todo recurso material en cualquier momento se puede perder, pues existen muchos factores que lo pueden afectar, malas decisiones, malas personas, la misma naturaleza, etc. Es por eso que el Señor nos dice “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.” (Mateo 6:19-21).
En este caso, el tesoro celestial que nosotros podemos hacer y que le podemos dejar de herencia a nuestros hijos, es la enseñanza de la Palabra de Dios. Dice el Proverbio “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” El mandato y la principal diligencia de los padres debe ser la de enseñar a sus hijos a confiar y a depender de Dios en todo tiempo. Lo que realmente asegurará un futuro de bienestar y no de calamidad para ellos, será el hecho de que teman a Dios y guarden sus mandamientos, pues como dice Eclesiastés 12:13“El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.”
3.- Oración
Padre Celestial, gracias por la bendición de los hijos, gracias por tener cuidado de ellos y por proveerles para todas las cosas. Así mismo te clamamos por sabiduría e inteligencia para todos los padres de familia, que sean ellos ocupándose y siendo diligentes en construir esa herencia cierta y eterna en la vida de sus hijos, por Cristo tu amado Hijo, amén.
1.- Lee la palabra de Dios “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” Juan 3:16-17 2.- Reflexiona ¿Cuántos de nosotros en nuestra juventud recibimos cartas de amor? En ellas nos expresaron las más bellas palabras de amor, la gran admiración que sentían por nosotros, incluso quedaron plasmadas un par de promesas. Cada vez que las leíamos suspirábamos pues no podíamos creer todo lo que estaba escrito. Hoy escuché una canción titulada de esta manera: “Carta de amor” , en ella el artista habla, no sobre un amor de juventud, sino que narra una declaración de amor que nuestro Amado Jesús ha hecho a la humanidad, aquella carta no está escrita en un papel, ni con tinta que pudiera borrarse, sino en una cruz y con su preciosa sangre, en esa cruz se expresan más que palabras o promesa
1.- Lee la palabra de Dios Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Lucas 6:27-36 2.- Reflexiona En griego la palabra calumnia es “diabolos” , la misma que se utiliza para el diablo, que es el “acusador” . Y observemos como hoy en día, es una tendencia muy común levantar falso testimonio. Cuando nos hablan de otra persona, que de por si el hecho ya es sospechoso, ¿nuestra reacción es creer lo que se dice inmediatamente? ¿o tomar una actitud de sospecha? Es el engaño más viejo del Diablo, hablar malas cosas de alguien. Cuando Adán y Eva fueron engañados en el paraíso, el primer ataque de Satanás fue calumniar al mismo Dios, para romper la confianza de ellos y su comunión con Dios ( Génesis 3:4-5 ). El diablo sabía que, si podía insertarles una semilla de duda, esta germinaría en el corazón del hombre, logrando separación o distancia y luego ellos pecarían atacan
1.- Lee la palabra de Dios “Entonces María dijo: engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva; pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre, y su misericordia es de generación en generación a los que le temen.” Lucas 1:46-50 2.- Reflexiona El verdadero gozo de la Navidad está en Jesús, pues solamente en Él podemos encontrar el verdadero Amor, ese amor que produce un gozo que es espiritual y que viene de una relación de intimidad con Dios por medio de la fe. ( Gálatas 5:22-23 ). En María, aquella joven virgen que tuvo el privilegio de llevar en su vientre al Salvador de la humanidad, podemos ver el Gozo del Amor, ella nos da ejemplo y nos muestra la manera de poder experimentar de forma real el gozo que es producido gracias a tener al verdadero Amor en su vida. María puede exaltar en su alma al Señor y regocijarse en su e
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