Llevando una vida santa

1.- Lee la palabra de Dios En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová, y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro. Isaías 38:1-3 “He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, más a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados”. Isaías 38:17 2.- Reflexiona Qué gran confesión la del rey Ezequías cuando reconoce que el amor de Dios lo guardó en momentos difíciles, cuando enfermó de muerte y lo libró del rey de Asiria. Expresó que el Señor le dio la espalda a sus pecados. Cuando Ezequías oró, Dios escuchó su oración, vio sus lágrimas y añadió quince años a su vida y quitó la ...