Llevando una vida santa
En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová, y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro.
1.Reconozcamos que la vida es frágil. Isaías 38:10,12 “Yo dije: A la mitad de mis días iré a las puertas del Seol; privado soy del resto de mis años […] Mi morada ha sido movida y traspasada de mí, como tienda de pastor. Como tejedor corté mi vida; me cortará con la enfermedad; me consumirás entre el día y la noche”.
2.Reconozcamos que hay que vivir cada día hasta lo máximo, glorificando al Dios viviente. Isaías 38:19 “El que vive, éste te dará alabanza, como yo hoy; el padre hará notoria tu verdad a los hijos”.
3.Reconozcamos que debemos regocijarnos con la vida, el Señor quiere nuestra alabanza y no una queja continua. Isaías 38:20 “Jehová me salvará; por tanto, cantaremos nuestros cánticos en la casa de Jehová todos los días de nuestra vida”.
4.Reconozcamos que durante la vida hay que prepararnos para la eternidad. Isaías 38:11,17-18 “Dije: No veré a JAH, a JAH en la tierra de los vivientes; ya no veré más hombre con los moradores del mundo […] He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, más a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados. Porque el Seol no te exaltará, ni te alabará la muerte; ni los que descienden al sepulcro esperarán tu verdad”.
Si nuestro enfoque es eterno entonces debemos prepararnos para nuestro encuentro con el Señor, 1 Tesalonicenses 5:23. Hoy más que nunca el Señor nos recuerda cómo debemos vivir, en Efesios 5:15-18 se nos dice: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”. El cristiano debe ser muy cuidadoso y sensato en cuanto a su comportamiento. La vida santa requiere inteligencia, responsabilidad, prudencia y sensibilidad, pidamos al Señor ser llenos del Espíritu Santo para poder lograrlo.
Amado Señor, enséñame a vivir como un verdadero hijo de Dios, entendiendo que la vida es corta, y los días malos, hay suficiente evidencia que la corrupción, la inmoralidad y la criminalidad abundan en este mundo. Ayúdame a vivir sabiamente de una manera sana y santa, haciendo el bien, glorificando tu nombre, obrando lo justo y recto delante de tus ojos. En el nombre de Jesús, Amén.
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