El encargo de Jesús
“Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.”
Desde que Jesús comenzó su ministerio hasta el momento de su crucifixión, estuvo enseñando a sus discípulos en amor, El caminó, hizo milagros y compartió con ellos grandes verdades del Reino de Dios, todo esto era una preparación para lo que había de venir; cuando llego el momento empezó a delegarles responsabilidades, al fin y al cabo, para esto los había preparado, a Juan, el discípulo amado, durante el momento antes de su muerte aun estando en la cruz, le encarga el cuidado de su madre, con lo cual podemos ver en cuan alta estima lo tenía para delegarle tan grande responsabilidad; a Pedro, después de la resurrección le encarga pastorear sus ovejas, es decir su Iglesia, demostrándole cuanto lo amaba y cuán importante era para Él, a pesar de sus errores y fracasos, lo restauró para que fuera un instrumento útil en su obra; finalmente, antes de subir al cielo, le encargo a sus 11 discípulos ir y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñando que se deben guardar, es decir obedecer, todas las cosas que Jesús había mandado; y les recordó que siempre estaría con ellos. Estos encargos de Jesús nos demuestran el amor por sus discípulos.
Señor Jesús, gracias por caminar conmigo a diario, haciéndome ser un discípulo tuyo, ayúdame con tu Espíritu, a llevar a cabo ese gran encargo de ir y hacer discípulos. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario